Vivimos creyendo
que nos sobra tiempo.
Vamos por ahí pensando
que todas las páginas del libro
se escriben a nuestro ritmo
y no entendemos.
No entendemos que la vida pasa
y cada segundo la perdemos.
La perdemos en un instante
en un recuerdo y en un estante.
¿Qué haces con la vida
mientras te sacude el cuerpo?
Te pasa, te roza y te toca,
y aún tú no comprendes
que es efímera la cosa.
¿Qué haces que no has ido a casa
a abrazar a quienes más te aman?
¿Qué haces por tus sueños?
Te veo sentado, esperando que vengan ellos.
Alma bonita, acaso no entiendes
que esta hora es finita,
que mientras yo te escribo
alguien más está rogando
por un minuto más de vida.
Que no se te escape, por favor,
creyendo que eres eterno.
Recuerda que lo único certero
del cuento es este momento.
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